VIERNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2009

¿Qué son las "etapas de la Historia de la Humanidad? ¿Cuándo entendemos que se pasa de una etapa a otra?

INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA. Algunas reflexiones y consideraciones (tercera parte).

Paleolítico, Neolítico, Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna, Edad Contemporánea. Éste es el listado básico de etapas en que dividimos la Historia de la humanidad.

Esta división puede llevarnos a una simpática reflexión. ¿Significa acaso que un día por la mañana los hombres del Imperio Romano, allá por el 476 d.C., se dijeron “señores ha terminado la Edad Antigua; acabamos de entrar en la Edad Media”?

Solo pensar esto resulta ridículo. La Historia no tiene parcelas, no tiene divisiones. Entonces, ¿qué es una “etapa de la Humanidad”? Por ejemplo, ¿qué nos lleva a tildar de “Paleolítico” a unos determinados años de la Historia?

Imaginemos un objeto al que llamamos “mesa”. Tiene una cierta altura, cuatro patas y un tablero de cierta entidad. Pero, ¿qué ocurre si le cortamos un poco las patas? ¿Y si además le recortamos el tablero y lo reducimos bastante? ¿Y si, por último, cogemos la parte del tablero que le hemos quitado y con ella le ponemos un respaldo? ¿Podemos seguir llamándolo “mesa”? Parece que las transformaciones han terminado por cambiar el objeto: ya no es una mesa; ahora tenemos una silla.


Pues bien, del mismo modo, cuando hablamos de una etapa de la humanidad hablamos de algo más que un periodo de tiempo. Hablamos de una serie de características que la definen. Concretamente existen cuatro grupos de características que definen una etapa de la Humanidad. A saber: políticas, económicas, sociales y culturales.

En efecto, cada etapa de la humanidad cuenta con unas características u organización políticas que le son propias y la diferencian del resto de las etapas. Tiene unas estructuras económicas que la hacen distinta de las demás. Posee una organización social que le es propia y diferente del resto. Y tiene también unas manifestaciones culturales singulares y que solo se dan en esa etapa y en ninguna otra.

Entonces, ¿cuándo consideramos que la Humanidad pasa de una etapa a otra? La palabra clave para comprender cuando ocurre ese paso esCAMBIO. Es, decir, cuando se transforman todas las características políticas, económicas, sociales y culturales. Como en el caso de la “mesa”: pasa a ser una silla cuando cambian todas las características que la definían como tal.

El conocimiento de las características básicas de esos cuatro aspectos (políticas, económicas, sociales y culturales) nos proporciona una visión sintética y muy ajustada del desarrollo de la Historia y nos puede permitir realizar todo tipo de relaciones entre ellas y, por tanto, aportarnos una estructura sobre la que construir una visión compleja de la Historia.

¿Qué hay en los libros de Historia?

INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA. Algunas reflexiones y consideraciones (segunda parte)

Cuando nos enfrentamos a la Historia hemos se impone hacer una primer reflexión: ¿qué es mayor: la Historia o mi libro de Historia? La respuesta es de Perogrullo: sería materialmente imposible introducir toda la historia en ningún libro, entendiendo que “todo lo pasado –todo- es historia”.

Si esto es así, ¿qué es lo que contiene mi libro de Historia? Tu libro de Historia, como cualquier otro libro histórico, contiene solamente una microscópica parte de la Historia, y que corresponde a la selección que ha realizado su autor.

En efecto, es el historiador que escribe el que ha decidido qué incluir y qué excluir en tu libro. Es el que ha decidido qué es digno de mención y qué puede ser omitido. Para realizar esa tarea de selección ha debido seguir unos criterios que, a su entender, justifica su relato de la Historia.

Esta reflexión inicial nos lleva a una primera consideración:aunque la Historia es una, cada libro de Historia es diferente.

Además, si nos asomamos al libro de Historia vamos a comprobar que está dividido en capítulos y éstos a su vez en epígrafes. Curioso, porque la Historia no se encuentra dividida en modo alguno, sino que, antes bien, viene a ser un continuo. Entonces, ¿a qué responden los epígrafes? ¿Por qué cada tema aparece dividido en apartados? Existen dos razones que justifican dichas divisiones. Veamos.

En primer lugar, hay que indicar que el libro de Historia no se limita a presentarnos una serie de hechos o acontecimientos a modo de lo que podría ser una “crónica”. Ni mucho menos. El libro de historia incluye además algo fundamental: incluye el análisis de los hechos, el establecimiento de conexiones y correspondencias entre los mismos, explicaciones de los sucesos a partir del planteamiento de causas y consecuencias, etc. Estos análisis son una parte básica de la Historia, pero, de nuevo, resultan planteamientos de una persona, del autor de cada libro.

Esta nueva reflexión nos lleva a una segunda consideración: es necesario que cuando leemos un libro de Historia sepamos distinguir qué es Historia (los hechos) y qué es pensamiento del autor (análisis).

No obstante, hay una segunda razón que explica el que en tu libro de texto aparezcan los temas divididos en apartados: se trata de unacuestión didáctica, es decir, los temas se dividen y organizan para facilitar su comprensión y estudio.

Aprender Historia para qué.

INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA. Algunas reflexiones y consideraciones (primera parte).
 

¿Para qué estudiamos Historia? Esta pregunta se antoja tan contundente como ineludible: resulta imprescindible darle una respuesta. La clase de Historia, como la de cualquier otra asignatura o parcela del saber, debe servir a un fin que puede ser descrito de muchos modos. Pero a mí, particularmente, hay una frase que me parece bastante acertada:aprender historia debe servirnos para aprender a tomar decisiones.
 
La Historia nos enseña, ante todo, a pensar: a relacionar, a buscar causas y consecuencias, a establecer comparaciones,… Y, con todo, nos ayuda a forjarnos una opinión y un criterio propio del ser humano, de las sociedades y del mundo que nos rodea.

La vida es un constante tomar decisiones. Pero si tú no quieres pensar, si tú no te forjas un criterio y si tú no tomas tus propias decisiones, no te preocupes: siempre habrá alguien dispuesto a tomarlas por ti.

Sirva este mensaje para darte la bienvenida a esta aventura que es el nuevo curso de Historia que comienza. Ojalá te sirva a seguir avanzando en ese difícil camino que es el de forjarse un criterio propio en este mundo actual en el que “pensar” es un acto de un “puñado” de valientes.